Más de 8 millones de líneas ya han cambiado de operador. Las distintas ofertas son las que marcan la tendencia en este sentido. Un nuevo terminal o buscar las tarifas más convenientes son los principales motivos que impulsan a los usuarios a cambiar.
Desde que el mercado de la telefonía móvil explotó, la estrategia de las empresas se ha centrado especialmente en generar ofertas estacionales de terminales y/o tarifas. La fidelización del cliente se ha llevado a cabo mediante programas de puntos que permiten hacerse con nuevos dispositivos, o distintas ofertas que permiten adaptar las tarifas al uso de cada usuario.
Sin embargo, y a pesar de los contratos que retienen a los clientes durante año y medio, no se ha evitado que un número tan alto de usuarios haya cambiado su elección de operador. Estos síntomas significan para algunos que el mercado todavía no ha alcanzado la madurez suficiente, parece que llevan todo el camino de convertirse en una costumbre.
Mientras los programas de puntos no consigan retener a la gente ofreciéndoles mejores modelos y los márgenes de reducción de precios sigan siendo tan amplios, tenemos portabilidad para rato.
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