¿Practica el spam o el marketing a través de email?
Sylvie Stankovic, directora de la división de Email Marketing en Aedgency valora los beneficios del e-marketing, pero avisa del peligro que se corre con su abuso.
¿Practicas el spam o el marketing a través de email? Si sabes responder a esta pregunta y practicas lo primero, hay algo claro: tu marca no es la más amada por los usuarios. Si respondes a lo segundo, cabría averiguar si tu estrategia de marketing por correo electrónico es lo más eficaz e inteligente posible. Y si no tienes clara la respuesta o no haces ni lo uno ni lo otro, voy a intentar definir ambos conceptos breve y claramente.
El spam es, según Wikipedia, el “correo basura” que llega a la bandeja de entrada de los usuarios, con mensajes de tipo publicitario enviados de forma masiva, sin que aquellos los hayan solicitado. Hasta el día de hoy, se han desarrollado innumerables barreras anti-spam para evitar esta práctica considerada intrusiva e irrespetuosa con los usuarios.
Entonces, ¿existe una manera de enviar mensajes publicitarios a los usuarios, contando con su aprobación y su satisfacción? La respuesta es el segundo concepto: el marketing por correo electrónico basado en los intereses de los usuarios.
Este tipo de marketing por correo electrónico consiste en el envío de ofertas -no anuncios- directamente a la bandeja de entrada del usuario, que previamente ha aceptado, mediante un proceso “opt-in” o de suscripción, recibir ofertas de productos y servicios de su interés. El uso de este tipo de marketing por email es, sorprendentemente, poco utilizado en la industria del marketing online.
Cuando el usuario ha decidido que desea recibir ofertas por parte de anunciantes o portales, su actitud frente a los correos publicitarios cambia radicalmente. Por un lado, porque todo lo que recibe está relacionado con sus búsquedas en Internet, por tanto, le es relevante y sabe que le ayudará a obtener la mejor oferta disponible en el mercado.
Por otro, porque las empresas que se dedican a este tipo de acciones de marketing envían los correos en un periodo de tiempo próximo a dichas búsquedas, y porque ponen un límite al número de correos que los reciben consumidores.
Ahora que sabemos que el marketing por correo electrónico ofrece un servicio proactivo y útil a los e-consumidores habituales o potenciales, el quid de la cuestión está en saber cómo detectar los intereses de los usuarios de forma eficaz y real. La clave radica en la tecnología de segmentación empleada por los anunciantes.
Algunos anunciantes poseen las herramientas tecnológicas para realizar una segmentación inteligente, basada en criterios contextuales y de comportamiento –o “interest-based”, usando la denominación de Google–. De esta manera se aseguran de que las ofertas concretas que recibe cada consumidor coinciden al 100% con sus intereses.