Las 20 razones por las que las startups fracasan
El 42% de las firmas emergentes cierran porque no cumplen las necesidades del mercado. Un 29% dice adiós porque se queda sin liquidez.
Hacerse emprendedor es tomar riesgos y ser consciente de que se puede fracasar. Antes de montar una startup o negocio hay que ser consciente de que este puede no funcionar y estar dispuesto a asumir las consecuencias personales y profesionales. No está de más saber cuáles son los principales motivos por los que una firma emergente puede llegar a fracasar para estar prevenidos y no caer en ellos.
La firma de análisis CBInsights ha analizado más de un centenar de startups ya extinguidas para averiguar las causas de su cierre. Así, ha identificado una veintena de errores que han tomado la mayor parte de estas empresas de vida efímera.
El primer motivo para fracasar es, con diferencia (42%), no cumplir con las necesidades del mercado. Una startup tiene que surgir de la construcción de una solución a un problema, no solo de una necesidad específica. El problema tiene que ser lo suficientemente grande y universal para que nuestra compañía escale.
Pese a que los inversores llamen una y otra vez a nuestra puerta, no hay que olvidarse de que una startup es un negocio. Si se acaba el efectivo, no se podrán pagar los sueldos, ni tampoco a los proveedores y aún menos invertir en material o personal. Hay que contar con liquidez y buscarla con nuevas rondas cuando empiece a acabarse. Quedarse sin dinero es el segundo error más frecuente (29%).
En una startup también es muy importante el factor humano. Para algunos, son más relevantes las personas que trabajan para una startup que la idea o el proyecto en sí. Escoger un equipo correcto con diferentes habilidades y puntos fuertes es básico. No hacerlo supone la tercera causa de fracaso, con un 23%.
El cuarto motivo, con un 19% es la competencia. Hay que comprobar si un mercado tiene muchos players y aprender de sus errores. No es conveniente obsesionarse con la competencia, pero tampoco hay que hacerle caso omiso.
También son bastante frecuentes los cierres por no cuidar los precios, el producto, por la falta de un modelo de negocio, por un marketing probre o por ignorar a los clientes.