Cuando a un emprendedor, tras meses trabajando en los primeros pasos de su startup y enviando solicitudes a diversos programas de aceleración, por fin le aceptan en alguno, la primera reacción es de euforia. Las aceleradoras de startups prometen todo tipo de ventajas y casi se presentan como una garantía de éxito para cualquiera que pase por el programa, pero no es difícil concluir que las cosas no son tan fáciles. Miles de startups pasan cada año por todo tipo de programas, y muy pocas llegan a ese lugar prometido.
Que un programa de aceleración le sirva para algo a la startup depende en buena medida de su propia actuación. ¿Qué hacer? Estos son cinco consejos para aprovechar al máximo una estancia en una aceleradora de startups:
1. No perder la perspectiva. Entrar en un programa de aceleración de startups es casi como ir a un campamento de verano (aunque con mucho más trabajo), y entre conferencias, reuniones, y consejos que llegarán de todas partes, es fácil perder de vista por qué se está ahí: una startup y una visión. El emprendedor y su equipo deberían tener siempre presentes sus objetivos.
2. Cuestionarlo todo. Sí, a un programa de aceleración se va a aprender, pero eso no significa que todo lo que se diga o recomiende sea lo que una startup en particular necesita. Es fácil dejarse llevar y seguir los pasos marcados, aunque sean “opcionales”, porque todas las startups los están siguiendo. Pero es necesario preguntarse siempre si ese consejo se adapta a un caso particular. Si la respuesta es positiva, se puede continuar. Si no, es importante no tener miedo a decir que no y escoger un camino alternativo.
3. Networking, networking, networking. Todos los emprendedores que pasan por una aceleradora suelen coincidir en que lo más valioso que sacaron fueron los contactos: gente de otras startups, los mentores, inversores, etc. Los programas de aceleración no siempre impulsan las situaciones de networking, pero nada impide a un emprendedor tomar la iniciativa y crear estas oportunidades: organizar cenas o salidas conjuntas, actividades, etc. De un ambiente más informal salen muchas veces las mejores relaciones.
4. Sin miedo a pedir. Hay aceleradoras y aceleradoras, pero cualquiera que esté dentro de uno de estos programas no debería dudar en comunicar sin necesita algo extra. El resultado dependerá de la necesidad y de la capacidad y actitud de la aceleradora, pero que si al final las cosas no van del todo bien, que no sea por haberse quedado callado.
5. Saber que es solo una fase. El mundo no se acaba tras el demo day con el que suelen finalizar los programas de aceleración. Es importante saber que el programa es tan solo una fase en la vida de una startup y que todavía hay que trabajar mucho para llegar a algo.
Los usuarios denunciaban que la compañía los había rastreado incluso cuando usaban el modo privado…
El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial financiará aquellas iniciativas que puedan solucionar incertidumbres científicas o…
Solo en el cuarto trimestre las empresas emergentes del país han levantado 1.500 millones de…
La región tiene 13 scaleups y destaca por sus empresas emergentes de salud y agrotech.
Valencia ha atraído en el primer semestre del año 30 millones de euros de inversión…
El diario estadounidense demanda a las dos compañías tecnológicas por haber usado sus contenidos para…