5th Wave Brands, los pájaros que volaron de Rovio

Los pájaros no vuelan siempre sumándose a la bandada, aunque sí se unen a estos grupos para emigrar hacia tierras más cálidas. Es lo que han hecho tres antiguos empleados de Rovio, que se han juntado para crear 5th Wave Brands, una compañía consultora especializada en licencias para ayudar a las pequeñas desarrolladoras de juegos a obtener el mismo éxito, presencia, fuente de ingresos y oportunidades de marca que su antigua compañía ha conseguido con Angry Birds.

“La revolución del entretenimiento móvil es solo el comienzo y fundamentalmente cambiará la forma en la que la gente consume entretenimiento. Las marcas móviles pueden ganar fans instantáneamente en todo el mundo, lo cual les da unas oportunidades enormes para licenciar”, comenta Heilli Laaninen, director responsable de 5th Wave Brands.

Según explican los cofundadores de esta nueva startup, ubicada en Helsinki (como la sede de los pájaros enfadados), no solo se lanzan en el momento correcto, sino también en el sitio correcto. Khalid Bur, otro de los confundadores de 5th Wave Brands, explica que la capital finlandesa se está transformando en un hervidero para la creación de juegos móviles.

5th Wave Brands no solo apoya a los desarrolladores y estudios creadores de juegos, sino también a aquellas compañías que quieren aprovecharse de algunas licencias, según se hace eco ArticStartup. “Si las empresas de juegos no tienen tecnología propia, entonces estamos buscando algo para extender su valor. Con las licencias pueden hacer eso porque los juegos van y vienen, pero las marcas tienen mucho más valor en tiempo de vida”, señala Mari Turhanen, la otra cofundadora y ex de Rovio.

Para su lanzamiento la startup ha conseguido una cantidad de capital semilla no determinada y sus planes son hacer crecer el negocio mirando hacia los mercados globales. Además, ya han firmado acuerdos para representar a títulos tan populares como Badland (de Frogmind), Hill Climb Racing (de Fingersoft) o Mag.

Lo bueno de la firma es que les piden a las empresas que representan un porcentaje de los ingresos, con lo que cualquier desarrolladora poco conocida puede contratar sus servicios sin invertir mucha cantidad inicial. Que la startup gane más o menos por su representación depende del tiempo, la paciencia y algo de suerte.