6 consejos para CEOs tímidos e introvertidos
Se puede ser tímido o introvertido (incluso ambas cosas) y ser un buen CEO. Estos son algunos consejos para lograrlo.
Empecemos por el principio: ser introvertido no es lo mismo que ser tímido, y viceversa. Si bien muchas veces ambas características coinciden en una persona, lo cierto es que hay personas que son extrovertidas y tímidas, y otras que son introvertidas pero resueltas y atrevidas. Los tímidos sienten cierta ansiedad en situaciones en las que se tienen que relacionar con otras personas, especialmente si son muchas, y los introvertidos, simplemente, necesitan estar solos con frecuencia como forma de recarga, ya que las situaciones sociales drenan un poco su energía (aunque se sientan cómodos en ellas).
Una vez que está clara la diferencia, toca ver qué tienen en común tímidos e introvertidos, eso que hace que muchas veces ambas características se confundan: las situaciones sociales no son su fuerte, ya sea porque se sienten incómodos o porque les agotan (o ambas cosas a la vez), algo que puede verse como un problema cuando esa persona es CEO de una startup. ¿Es posible ser buen CEO si no se es extrovertido? Desde luego. Aquí van 6 consejos para CEOs tímidos e introvertidos:
1. Reserva tiempo para ti mismo. La gente introvertida necesita descansar de las situaciones sociales y suele ser más productivo y creativo cuando está solo. Intenta reservar siempre algo del día para pensar en soledad: valorarás decisiones y estrategias para tu startup de forma mucho más clara y fiable. Después puedes llevar todas esas ideas a tus próximas reuniones con tu equipo.
2. Sal del armario e identifícate como tímido o introvertido. Los introvertidos fueron siempre vistos como algo malo, especialmente en el mundo empresarial, pero desde hace unos años se ha empezado a reconocer que esto no siempre es así. No obstante, muchas veces pueden dar la sensación de ser distantes y hacer que sus interlocutores crean que no tienen interés o que están enfadados. ¿Cómo arreglar esto? Avisando: “soy una persona bastante tímida, pero que sepáis que os estoy escuchando”. Esa pequeña “confesión”, además, hará que la gente con la que se interactúa se sienta de alguna forma más próxima y que tenga más confianza.
3. Prepara reuniones y situaciones sociales. Tanto a tímidos como a introvertidos les crean algo de ansiedad las situaciones nuevas y encuentran seguridad en lo familiar. Siempre que puedas, investiga sobre los eventos sociales que tengas en la agenda: empápate en el tema, estudia quién va a estar, e incluso pásate por el lugar para verlo antes. Puedes también preparar preguntas para evitar el miedo a quedarte en blanco.
4. Busca las reuniones en grupos reducidos. Donde los introvertidos de verdad pueden brillar es en las reuniones en grupos reducidos, incluso en las conversaciones de uno a uno. Si ves que te sientes más cómodo en estas situaciones, como CEO puedes hacer que sean frecuentes en tu empresa.
5. Aprovecha las redes sociales. La vida online ha dado muchas alegrías a las personas que se sienten incómodas interactuando con otros cara a cara. Aprovéchate de ellas para el networking e incluso para pedir consejo a colegas y expertos en cuya opinión confíes. El feedback es clave para cualquier CEO y los introvertidos muchas veces pecan de no atreverse a pedir opiniones.
6. Recuérdalo: puedes dejar de ser tímido, pero no introvertido. Si eres tímido y eres CEO, acabarás por dejar de serlo. Aprenderás a hablar en público y cada vez te sentirás más cómodo con otras personas. Si eres introvertido, no obstante, siempre necesitarás ese tiempo de soledad en el que ordenar tus ideas y descansar. No es nada malo, solo hay que aceptarlo y darte esos momentos de tranquilidad. Intentar ser extrovertido acabará agotándote.