8 de cada 10 empresas españolas adoptarán prácticas DevOps en 2 años

Las empresas españolas invierten cada vez más tiempo y recursos en metodologías basadas en DevOps para reducir la distancia entre técnicos de desarrollo y de sistemas e incrementar la productividad. Según el estudio Claranet Research Report 2015, elaborado por la consultora independiente Vanson Bourne y publicado por Claranet, el 86% de las compañías españolas espera haber implementado un enfoque DevOps en los próximos dos años.

DevOps (de “development” -desarrollo- y “operations” -operaciones-) es una metodología de desarrollo de código que usa nuevas herramientas y prácticas de trabajo para reducir la tradicional distancia entre técnicos de desarrollo y de sistemas. DevOps responde a la necesidad del sector tecnológico de dar una respuesta más rápida a la implementación y operación de aplicaciones. De esta manera, los equipos pueden trabajar de forma más cercana, aportando mayor agilidad al negocio e incrementando su productividad.

Según el estudio, a día de hoy, España es el país con la media más alta de desarrollo de enfoques DevOps en Europa. Más del 80% de los responsables de TI españoles tiene planes de desarrollar prácticas DevOps en los próximos dos cursos, mientras que en el resto de Europa sólo el 42% espera hacerlo.

Tras entrevistar a 900 responsables de tecnologías de la información de seis países europeos, Claranet Research Report revela que el 89% de las empresas europeas no dispone aún de estrategia digital y el 21% no mide el rendimiento de su departamento de TI.

Otras conclusiones del informe indican que el 75% de las organizaciones aumentó sus presupuestos de TI el año pasado y el 48% de los responsables ve la seguridad como el mayor reto actual. El expertise es el principal factor de decisión a la hora de elegir un proveedor, según los responsables de TI europeos.

En cuanto a las empresas españolas, el 95% de las encuestadas prevé una transformación radical en sus TI en los próximos dos años, por el 80% de las europeas. Seis de cada diez ya cuentan con un programa de innovación. Esta predisposición, junto a la estabilidad prevista para los presupuestos de TI, coloca a las empresas españolas en una posición óptima para impulsar el cambio.