A golpes con Explorer

A principios de esta semana se dio a conocer la existencia de un agujero de seguridad en Explorer que permitía a los delincuentes acceder a los sistemas de los usuarios de forma sencilla. Tal era la exposición a ataques que Microsoft se vio forzada a sacar un parche de urgencia que resolviera la cuestión. Sin embargo, acaba de ser descubierta otra vulnerabilidad.

El hecho no es ninguna novedad, ya que la existencia de Explorer se encuentra jalonada de agujeros de seguridad que han ocasionado un sinfín de temores entre los usuarios de todo el mundo.

Además, si contrastamos estos últimos fallos con la información que VeriSign emitía de un descenso de ataques visibles, probablemente por el aumento de ataques de rootkit, imperceptibles para la mayoría de los usuarios privados, el temor a que nos suceda algo crece enormemente.

En otras ocasiones hemos hablado de la responsabilidad de las empresas relacionadas y de las acciones de los ciberdelincuentes, sin embargo, el usuario, que es la parte esencial sin la cual no existirían ni unos ni otros, se halla impotente ante este tipo de situaciones. La instalación de un antivirus no granjea una vida electrónica sosegada, aunque ayuda a ello.

El mensaje que debemos recordar lo transmitía Karspersky (el creador del antivirus y uno de los máximos expertos en seguridad del mundo): no se debe utilizar Internet para nada que realmente nos importe. Él mismo afirmaba que no lo usaba para ninguna transacción bancaria y que sólo usaba su correo electrónico para comunicarse con determinados amigos, no utilizándolo para rellenar formularios electrónicos o dándoselo a desconocidos. Lamentablemente, la opinión de Kaspersky es cada vez más válida en estos tiempos.