AETIC y BSA impulsan la Sociedad de la Información
Ambas organizaciones realizarán campañas de concienciación social y estudios técnicos para promover el uso de software legal entre empresas y particulares.
La Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC) y la Business Software Alliance (BSA) han firmado un convenio de colaboración con el fin de contribuir al mejor desarrollo de la Sociedad de la Información en España a través de la promoción del valor del software y el uso de software original por parte de empresas y particulares, informan los grupos.
Ambas instituciones se proponen llamar la atención sobre el impacto negativo que el uso ilícito del software supone en la productividad de la economía española, así como en la pérdida de puestos de trabajo de alta cualificación.
En este sentido, el presidente de AETIC, Jesús Banegas, ha destacado la “necesidad de fomentar la capacidad creativa de nuestro país con iniciativas que promuevan el respeto a la propiedad intelectual” y ha resaltado la importancia del software para “aumentar la competitividad de las empresas”. Además, ha insistido en que “la reducción de la piratería del software es fundamental para la convergencia con Europa en materia de Sociedad de la Información”.
Por su parte, el presidente del Comité Español de BSA, Luis Frutos, ha manifestado que “tenemos ante nosotros la misión de hacer conscientes a los principales agentes sociales y económicos de la gravedad del problema y de la necesidad de invertir en TIC, respetando la propiedad intelectual de los fabricantes de software, si queremos de verdad incorporarnos al grupo de los países más avanzados en términos de innovación y competitividad”.
AETIC y BSA consideran que el uso ilegal de software supone una barrera para la plena adopción de las tecnologías de la información en España, al no estar garantizado un correcto funcionamiento de las aplicaciones, presentar problemas de seguridad y una mayor vulnerabilidad a los virus. Del mismo modo, el software ilegal no cuenta con soporte técnico del fabricante, no permite actualizar a versiones más modernas y productivas y dificulta el acceso a la formación de los usuarios.