Airbnb prueba un sistema de pagos fraccionados

En plena pelea con los ayuntamientos de ciudades como Palma de Mallorca o Barcelona, que intentan regular para detener la turistificación de sus centros históricos, Airbnb sigue pensando en vías por las que modificar su negocio. El servicio de alquileres vacacionales está probando nuevas formas de pago, que incluirían una modalidad de fraccionamiento.

Hasta la fecha, la política de cobros de la plataforma obliga a realizar un depósito con el total del coste de la estancia en el momento de realizar la reserva. Esto no implica que no se pueda devolver: hay diferentes políticas de cancelación, que permiten desde devolver la mitad si se avisa 60 días antes, hasta una modalidad flexible, que reembolsa el depósito al usuario con que cancele con 24 horas de antelación respecto a la fecha de llegada.

Esta nueva vía permite que, independientemente de la política de cancelación, los que hayan realizado la reserva solo tengan que pagar en un primer momento una parte del total, desembolsando el resto de la cantidad en plazos antes de la fecha de llegada. La funcionalidad la ha descubierto un reportero de FastCompany y la ha confirmado la startup de San Francisco, explicando que por el momento están realizando pruebas entre un pequeño grupo de usuarios y no está previsto que se haga extensivo a todos los clientes de la plataforma.

De implantarla, esta nueva herramienta de pagos fraccionados podría suponer una ventaja para distintos tipos de usuarios. Los clientes en viajes de negocios se beneficiarían de ello: al permitir repartir el total del pago en distintos plazos, las empresas no se verían obligadas a efectuar el gasto en una sola tacada. Esto es un añadido tanto para las grandes corporaciones, que seguramente efectúen un mayor nivel de gastos de este tipo, como para pymes y autónomos, que suelen realizar más ajustes de presupuesto y a los que esta funcionalidad beneficiaría.