Utiliza depósitos recargables fijados al cuadro y de más de 800 psi, que gracias a un regulador pueden reducirse a unos mucho más seguros 175 psi que usará el sistema neumático.
De ahí se conecta a un sistema fijado al manillar y que nos mostrará la presión de las ruedas. Lo controlamos con un mando para regular de manera independiente tanto la delantera como la trasera.
De este sistema central pasa a través de unos conectores en los ejes a los bujes que conectan directamente con la válvula de la cámara de aire, permitiendo tanto aumentar como disminuir la presión.
Así conseguimos mejor agarre en las zonas complicadas y mayor velocidad en terrenos más firmes, además de facilitar bastante que podamos pasar directamente de carretera a descenso, subidas e incluso trial.
No se sabe su precio todavía, aunque sí que se hará público dentro de muy poco y que venderán bien el sistema con sólo los bujes o las ruedas completas.
Lástima que el sistema no sea compatible con los monociclos de montaña, donde este tipo de ajustes son aún más necesarios e importantes. Sería sencillamente maravilloso para convertirlos en una opción cada vez mejor para enfrentarse a bicicletas en competición, donde genios como Kris Holm ya suben al podio. [Gizmag]
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