Alcokey: si bebes, no conduzcas

Del tamaño de un pequeño teléfono móvil, el AlcoKey de Saab incorpora una tapa que cubre una boquilla donde el conductor tiene que soplar para proporcionar una muestra de aliento antes de arrancar el coche.

El AlcoKey de Saab es rápido y muy fácil de usar, emplea la tecnología antirrobo existente independiente de la llave de contacto del coche. Antes de arrancar el coche el conductor debe soplar por la boquilla durante unos tres segundos hasta que la unidad emita un pitido. La muestra del aliento pasa por un pequeño sensor, y una luz verde o roja se enciende inmediatamente en el AlcoKey de Saab. La luz verde indica que la muestra es válida, y el inmovilizador electrónico del motor se libera a través de una señal de radio permitiendo al conductor arrancar el coche. Si se enciende la luz roja, el motor no puede ser puesto en marcha ya que el inmovilizador permanece activo. Para evitar tener que soplar una segunda vez el vehículo se tiene que poner en marcha como mucho un minuto después de que se encienda la luz “verde” del AlcoKey.

El AlcoKey de Saab también mide la temperatura de la muestra de aliento, permitiendo distinguir entre una muestra normal de una persona, o por ejemplo, aire de un balón o un hinchador de pié por el conductor intenta evitar soplar habiendo ingerido alcohol.

Una luz de aviso de color ámbar se enciende cuando queda menos de un 20 por ciento de la capacidad de la batería. La batería debería ser sustituida en un distribuidor de Saab, aunque existe un cable que se conecta al mechero del coche en caso de emergencia. No obstante la optimización de la duración de la batería permite que el Alcokey pueda utilizarse durante unos doce meses si se usa cinco veces al día.

El AlcoKey de Saab actualmente sólo está disponible actualmente para el mercado sueco. Durante la vida útil del coche éste puede tener varios dueños, por lo que la función del Alcokey se puede anular en un reparador de Saab. El Alcokey tendrá un precio de alrededor de 300 euros.