Esta fue la semana de la caridad y las obras altruistas por parte de las grandes compañías tecnológicas. Por un lado, Google anunció la donación de 17.000 Nexus 7 a las víctimas del huracán Sandy en Nueva York. Un gesto puntual que puede ayudar mucho a mejorar la imagen de la compañía. Pero lo de Amazon va más allá: a partir de ahora, con Amazon Smile, donará (si el usuario así lo especifica) un mínimo del 0,5% de las compras a la ONG que quiera el comprador.
¿Actos desinteresados? A estas alturas ya no mucha gente se cree que estas compañías sean hermanitas de la caridad y está claro que acciones como estas, que para la facturación total de las compañías no significan demasiado (en el caso de Amazon, por ejemplo, de momento no incluyen artículos como los ebooks o la música digital o las suscripciones premium), sí ayudan a enderezar un poco sus imágenes. Pero ¿se trata solo de imagen?
En el caso de Amazon, por ejemplo, esos usuarios deciden hacer un donativo a una ONG cada vez que compran algo en la plataforma de ecommerce, donativos que se quedan ahí para ellos: no están registrados a su nombre porque no son ellos realmente quienes lo hacen, ya que no pagan más. Es Amazon quien sacrifica esas pequeñas ganancias para donarlas a buenas causas. ¿Sacrifica? Además de limitar sus donativos a lo que vendan, animando así a los usuarios a gastar más en esa plataforma y no en otra, todos esos donativos registrados a su nombre tendrán importantes beneficios fiscales para la compañía.
El caso de Apple
En esta lucha de las grandes corporaciones por parecer buenas, destacó siempre Apple como la que llevaba la contraria. Bajo la tutela de Steve Jobs, Apple era conocida como la compañía menos generosa o altruista de la tecnología, y se supone que el propio Jobs llegó a comentar en algún momento que donar dinero para fines caritativos era “tirar el dinero”, dudaba de cómo funcionaban los sistemas y organizaciones filantrópicas y creía que los productos de Apple eran suficiente contribución a la sociedad. No obstante, el nuevo régimen de Tim Cook está intentando acabar con esa imagen.
Poco después de estrenarse como CEO de Apple, Tim Cook empezó a volcarse en ese tema, uno de los puntos negros de la compañía. Inició un programa de donativos de forma interna, de forma que por cara dólar que un empleado donase a una ONG, Apple donaría otro; y unos meses después presumía en una reunión interna del dinero que la compañía había donado a los hospitales de Stanford y a otros fines caritativos. ¿Han descubierto cómo con muy poco sacrificio real para la compañía pueden lograr mejorar su imagen?
Los donativos a ONGs, estas acciones aparentemente altruistas, ocurren a veces con gran publicidad (lo que hace dudar de ese fin realmente desinteresado) y otras veces se hacen intentando llamar menos la atención. Eso sí, normalmente siempre se acaba sabiendo, algo que claramente tampoco van a intentar parar desde las compañías. Un donativo es un donativo y las razones para realizarlo no deberían importar. Pero ¿debe realmente cambiar la imagen de los gigantes tecnológicos que de vez en cuando tengan un detalle con las ONGs?
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