Texas debe ser algo así como el mismo Bilbao de los Estados Unidos de América.
Un territorio orgulloso de su fuerza, vigor y de lo duro de sus habitantes. De sus habitantes y de todo lo que hay por allí, incluido una palmera capaz de destrozarte el coche con una de sus palmas.
En este caso todo se explica porque la palma no era vegetal sino metálica y la palmera en lugar de dar cocos o dátiles daba cobertura a los usuarios del operador de telefonía T-Mobile. Para no afear las azoteas de los edificios o las calles hace ya tiempo que se lleva la moda de que las antenas de telefonía parezcan cualquier cosa menos una antena aunque en caso de desprendimiento de alguna de sus piezas parece más peligroso una docena de palmas metálicas volando libremente que un par de tornillos que se hayan desprendido.
Afortunadamente todo quedó en un susto y ya se ha reparado esta palmerantena que casi parece de la marca Sleepy Hollow. ─[Kvia]
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