Aquí empezó todo (al menos, la world wide web)
El entramado de páginas que actualmente etiquetamos bajo las tres W que colocamos al principio de las direcciones de las páginas que visitamos en Internet tienen un lugar de nacimiento que casi podría compararse al taxi camino del hospital donde tienen lugar algunos alumbramientos humanos.
El diseñador de páginas web David Galbraith mantuvo recientemente una conversación con Tim Berners-Lee, inventor de la “telaraña global”. Y consiguió que le revelara el lugar exacto en que, cual doctor Emmet Brown vislumbrando el “condensador de fluzo”, tuvo lugar la invención de algo ya tan cotidiano para todos nosotros.
Lo curioso del caso es que en la fotografía, en mitad del pasillo, podemos ver una placa conmemorativa en la pared en alusión al invento… pero no concreta un despacho, una estancia determinada. Al parecer el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) tenía otras cosas más importantes que apuntar que esos pequeños inventos, y para terminar de complicarlo, el propio Berners-Lee sufrió por aquella época diversos traslados de despachos y departamentos, con lo que estamos hablando por aproximación.
Entre eso y que la WWW fue fruto de un proceso creativo y de desarrollo dilatado en el tiempo, se optó por colocar la placa en medio de ese pasillo, un lugar de paso y aproximado a uno de los laboratorios donde se estuvo trabajando. Resulta cuanto menos curioso comprobar como algo hoy esencial para gran parte de la población mundial en cuanto a trabajo y ocio y que tiene una historia tan corta casi no podemos determinar el lugar exacto en que surgió. ─Antonio Rentero [David Galbraith]