Y es que este reloj sacado de una peli de ciencia ficción cuesta la friolera de 90.000 dólares. ¿Hay gente capaz de gastarse semejante pastizal en un reloj de pared? Supongo, porque si no los diseñadores illy y Julien Ado probablemente se los tendrán que comer con patatas.
El reloj muestra los segundos gracias a que sus paneles palpitan de forma aleatoria mientras que en cualquier momento y gracias a un mando a distancia o mediante comandos de voz podemos “pedirle” la hora, de tal forma que sus paneles se mueven mostrándola en su parte central.
Ya lo sabéis, si tenéis 90.000 dólares por ahí tirados en casa y no sabéis que hacer con ellos, podéis esperaros a marzo de este año para hacer un pedido que os llegará en invierno, o bien mandárselos a este humilde redactor de Gizmodo para que se compre una flotilla de monociclos de titanio.— Dani Burón [via Luxist]
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