Ashley Madison atraía a los usuarios con bots femeninos

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El 80% de los primeros pagos de Ashley Madison eran consecuencia de un hombre tratando de contactar con un fembot, el cual le había enviado un mensaje previamente.

El hackeo de la red social para infieles Ashley Madison no solo ha dejado al descubierto una gran lista de nombres de personas casadas que estaban engañando a sus parejas, sino también algunas de las actividades deshonestas que llevaba a cabo la web para captar usuarios y sacarles dinero.

En Gizmodo han analizado con profundidad las informaciones filtradas respecto a la plataforma. En base a ellas y a una investigación interna, aseguran que durante estos últimos años la web ha generado decenas de miles de perfiles ‘angel’, es decir, perfiles de mujeres falsos diseñados para atraer a los hombres a la página y hacerlos comprar créditos.

La página generaba los perfiles ‘angels’ usando un software diseñado especialmente para ello. Además, para animarlos y hacer que parecieran mujeres reales, se desarrollaron bots, capaces de mandar correos y mensajes de chat.

Estos robots femeninos o fembots enviaban mensajes a usuarios gratuitos o invitados de Ashley Madison, con el fin de que pasaran a ser de pago con textos como “¿está conectado?”, “estoy online ahora”, “estoy aquí”, “¿quieres cibersexo?”, “¿cómo fue tu día?¿quieres chatear?”

Para que los hombres adúlteros pudieran leer dichos mensajes o contestarlos, estaban obligados a hacerse con paquetes cuyos rangos de precio oscilaban entre los 60 y los 290 dólares. Avid Media Life, la empresa propietaria de la plataforma, se embolsaba unas sumas bastante grandes gracias a esta técnica. De hecho, un 80% de los primeros pagos realizados en la web eran consecuencia de los mensajes de alguno de estos bots femeninos.

Ashley Madison habría creado su primera mujer virtual, con el alias de Sensuous Kitten, a principios de 2002. Su nombre se incluiría como el décimo miembro de la base de usuarios que ha sido filtrada.

Muchos usuarios masculinos se sintieron estafados tras pagar y comprobar que esa mujer que los escribía y con la que estaban intentando flirtear solo era un robot. Por ello, un grupo de adúlteros interpuso una denuncia formal contra la web y el fiscal general del estado de California pidió explicaciones a Ashley Madison. Avid Media Life se comprometió a devolver el dinero a los demandantes, pero apuntó que los perfiles falsos eran creados por “elementos criminales”, no por ellos mismos.

Era evidente que una web que se lucra de los engaños ajenos tampoco iba a jugar demasiado limpio con sus usuarios, sirviéndose de sucias argucias durante 13 años para desplumar a los hombres que buscaban aventuras extramatrimoniales.

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