Asimelec e Intéritis apuestan por los contact centers españoles
Con este acuerdo, ambas asociaciones fortalecerán la capacidad de diálogo con la Administración, de un sector que ocupa a 130.000 personas.
Intéritis, asociación que engloba a las empresas suministradoras de tecnología al sector de los call y contact centers españoles, ha decidido integrarse en Asimelec con el objetivo de reforzar su capacidad de acceso a las distintas administraciones públicas. De hecho, Intéritis ha tomado esta decisión ante las amenazas que se ciernen sobre este segmento de mercado.
Por su parte, Asimelec cree que el sector se encuentra en el umbral de un proceso serio que puede llevar a la pérdida de un importante número de puestos de trabajo a favor de terceros países. Según las estimaciones de Intéritis/Asimelec, en torno a un 40 por ciento de los nuevos puestos de trabajo que crea este mercado en nuestro país, se localizan fuera de nuestras fronteras.
Al margen de ello, y un problema añadido a éste, es el proceso de transferencia tecnológica que se produce paralelamente a la deslocalización de puestos de trabajo. Paradójicamente, España es, además, uno de los países más avanzados en el desarrollo de nuevas tecnologías para este sector, caracterizado por su alto potencial de I+D+i debido a la necesidad de buscar soluciones de convergencia de diversas tecnologías, tales como Internet, Voz IP, CRM, EPM, interfaces conversacionales o soluciones bajo demanda.
Así, según Santiago Bravo, presidente de Intéritis, “el sector está en pleno auge con unas previsiones de crecimiento para 2006 y 2007 en torno al 20 por ciento, y una cifra de puestos de trabajo que puede rondar las 150.000 personas. Si las distintas administraciones no prestan atención a los problemas que queremos poner encima de la mesa, desgraciadamente el 40 por ciento de esos nuevos puestos de trabajo van a crearse fuera de nuestras fronteras y vamos a perder la oportunidad del desarrollo regional de nuestro país”.
Para José Pérez, director general de Asimelec, “hay dos opciones, o reconvertir el sector hacia uno basado en la calidad y la tecnología y la consiguiente creación de puestos de trabajo, o simplemente dejar que se desmiembre y que estas opciones sean aprovechadas por cualquier otro país que vea claro las potencialidades de este tipo de centros en aspectos tales como el desarrollo de regiones desfavorecidas”.