Se trata en este caso del iMac de 21,5 pulgadas, que con parts que llegan a medir unos escasos 5 milímetros es hasta un 80% más delgado que su antecesor, a pasar de lo cual sigue habiendo componentes en su interior.
Lo curioso es que si nos fijamos con atención en la disposición de las piezas que encontramos en el interior y pensamos que la carrera de la miniaturización no cesa es posible que incluso en futuras actualizaciones pueda optimizarse la distribución y conseguir iMacs incluso más delgados.
Con esto de prescindir de unidades ópticas al final tenemos poco más que un par de placas, un ventilador y un disco duro, de hecho casi podría parecernos que estamos ante un ordenador portátil o un tablet, y es que quizá estemos a punto de llegar a ese concepto y que los ordenadores de sobremesa terminen siendo tablets tamaño familiar. -[Kodawarisan]
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