Investigadores de la universidades Rice y Southern California están desarrollando un proyecto para utilizar la energía de la Shewanella oneidensis, un microorganismo que esencialmente escupe rayos. Más que consumir oxígeno para convertir la comida en energía, Shewanella consume metales.
Los desechos de su proceso metabólico aparecen en forma de exceso de electrones procedentes de los metales, pero no recombinados en posteriores reacciones químicas. La bacteria vive en la tierra, el agua y otros entornos de los que pueda extraer sus nutrientes necesarios.
En una celda de energía, la idea es que las colonias Shewanella atacarán al ánodo, un componente que hay dentro de estas celdas y de las baterías que recoge electrones y los produce.
De esta forma, estas bacterias podrían convertirse en uno de los ingredientes cruciales en la futura industria de la energía.
Los investigadores están ahora estudiando la manera de optimizar el proceso para lo que se está intentando alterar la genética de la bacteria de forma que aumente su producción de electrones.
En los próximos cinco años, este grupo de investigadores quieren desarrollar una celda de energía que se impulse a sí misma.
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