Hace unos meses Thingarage anunció un concurso de diseño 3D de pasta imprimible organizado por el fabricante Barilla. En el mismo han participado 250 diseñadores de más de 20 países presentando 216 diseños, destacando la participación de diseñadores de Italia, EEUU, Holanda, Francia y Alemania, con 3 ganadores finales.
Los diseños eran: Rosa Pasta, que al cocer se transformaba en una rosa que “florecía”, Vortipa, una especie de árbol basado en un diseño en vórtice, y Lune, que consistía en una esfera con agujeros a modo de Luna. De estos tres diseños, Barilla empezará a comercializar el primero, pero lo realmente interesante es el plan que tiene pensado llevar a cabo este fabricante de pasta.
Estos diseños y muchos otros no sólo podrán crearlos ellos en sus fábricas, sino que la idea es el desarrollo de impresoras 3D, para que los propios restaurantes cuenten con la opción de realizar ellos mismos sus propias creaciones y hasta incluso poder crear pasta personalizada por los propios clientes.
Sin duda el planteamiento de Barilla aumenta enormemente la creatividad de los platos de pasta en los restaurantes, aunque todavía no está claro como conseguirán solventar las diferentes dificultades que plantea la impresión 3D para alcanzar una velocidad y volumen de producción adecuados.
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