Bioinformática como apuesta de futuro

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La llegada de superordenadores, el desarrollo de Internet y la cantidad de datos de las secuencias geonómicas han permitido aumentar las perspectivas de este ámbito.

Científicos de distintos países ha debatido durante el ECCB05 sobre los últimos avances de la bioinformática y la biología computacional. De hecho, una recomendación clave del grupo de expertos señala la necesidad de que Europa adopte un enfoque más proactivo en torno a su política de investigación haciendo partícipes de esa actitud tanto a los Gobiernos respectivos como a la empresa privada.

En este sentido, Alfonso Valencia, director del Instituto Nacional de Bioinformática, ha señalado que “en España las compañías realizan muy poca investigación en bioinformática y, lo que es peor, los departamentos de bioinformática sólo se encuentran en las multinacionales que generalmente permanecen en su país de origen, por lo que el principal esfuerzo consiste en implicar al sector privado. Entendemos que ésta es una apuesta de futuro”.

Por otro lado, el mismo responsable añade que “el trabajo colaborativo que emprendan las empresas privadas y los centros de investigación tecnológica y académica contribuirá a fortalecer la innovación productiva del país en las áreas de I+D y, de manera paralela, a elevar la eficiencia de todos los actores involucrados”.

El área de la bioinformática es uno de los sectores con grandes perspectivas de crecimiento en todo el mundo para los próximos años, según subraya la entidad. Asimismo, “el siglo XXI podría ser recordado como el siglo de la Bioinformática pues abarca áreas tan amplias y diversas como la genómica y la proteómica, en donde existe una gran cantidad de gente implicada y un mercado laboral en constante expansión”, manifiesta el Instituto.

“En un comienzo, los especialistas en bioinformática manejaban complicados sistemas y lenguajes de programación de alto nivel, además de manipular un sistema operativo muy sofisticado. La bioinformática se empleaba para organizar y manejar datos, y apoyar o asistir a tareas experimentales. Actualmente, con la llegada de súper ordenadores y de científicos altamente cualificados, el desarrollo de Internet y la cantidad de datos de las secuencias geonómicas han permitido aumentar las herramientas para el análisis”.

En este punto, el investigador Arcadi Navarro indica que “la bioinformática hoy en día tiene que ser más que una herramienta para procesar datos. Tiene que ser capaz de sugerir nuevos experimentos e ideas en base a la información recabada y dar sentido a futuras organizaciones, aspectos en los que la bioinformática ya está dando pasos realmente importantes. Es necesario trabajar en la creación, desarrollo, protección y transferencia de tecnologías innovadoras que permitan la obtención de nuevos programas de desarrollo bioinformático”.