A diferencia de la mayoría de aplicaciones basadas en la creación musical, Bloom no utiliza un instrumento musical y lo incrusta para que podamos juguetear torpemente con él en nuestro iPhone. En lugar de ello, consigue crear un nuevo “instrumento” diseñado en exclusiva para el dispositivo táctil de Apple usando sencillamente una pantalla de colores y una especie de zumbido silencioso. Cuando pulsas la pantalla en diferentes sitios distintos tonos suenan dependiendo de dónde hayas pulsado. Una vez has dejado de pulsar, las notas se unen, creando sobre la marcha una pieza musical única, para lo cual se adapta a los cambios gradualmente.
Si tienes un día poco inspirado también puedes dejar que la música se cree por su cuenta. Esto es posible ya que cada vez que se ejecuta, una nueva pieza se crea al azar. Como un concierto gratuito de luz y de sonido podrás quedarte mirando tu iPhone embobado, pensando que siempre es mejor que trabajen otros por ti. ¿El coste? Más barato que comprarse la guitarra de Rodolfo Chikilicuatre. — Alberto Payo [Blog de Apple]
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