Desde 2020 han comenzado a surgir diversas herramientas que permiten a los usuarios realizar el pago en varias cuotas de un producto o servicio sin incurrir en intereses de ningún tipo. Hablamos del BNPL o Buy Now and Pay Later.
En estas transacciones, cada vez más extendidas a toda suerte de ecommerces, hay una compañía fintech que respalda al comprador y adelanta los pagos por el usuario ante el vendedor. El segundo le permite un acceso instantáneo al efectivo y al primero una mayor flexibilidad para asumir dicho gasto.
Sin embargo, estas soluciones también tienen otros benefactores muy directos: resultan muy útiles para las pymes, ya que les ayudan a poder asumir compras importantes sin perder el acceso al capital de trabajo ni la liquidez a corto plazo.
Un estudio de PYMNTS encuentra que la mayoría de los negocios a pie de calle (54%) creen que la inflación está poniendo en riesgo sus pronósticos de ventas.
En este sentido, aprovechar las BNPL como herramientas de financiación puede ser una opción particularmente útil para las pequeñas y medianas empresas que se vean desatendidas por los bancos y otras instituciones financieras, las cuales, generalmente, son bastante cautelosas a la hora de otorgar préstamos a negocios más modestos y sin una rentabilidad probada.
Este acceso al capital puede ayudar a las organizaciones a crecer y a asumir nuevas inversiones o capear mejor la incertidumbre.
En dólares y en volumen, el valor y la cantidad de las compras B2B serían sustancialmente mayores y más frecuentes que las compras minoristas de los consumidores, lo que lo convierte en un mercado atractivo para que los proveedores de BNPL penetren y obtengan tarifas más altas.
En el ámbito B2C las cantidades suelen estar muy limitadas y quizás no se pida interés por aplazar un pago, pero en el B2B sí que las hay, al tratarse de cantidades más altas.
Todo parecen ventajas, aunque también existen riesgos. En concreto, para los proveedores de BNPL. Desde PYMNTS aseguran que les resulta más complicado controlar que las empresas a las que prestan tienen la solvencia de capital suscrito que proporcionan.
Además, como cualquier empresa digital o tecnológica son susceptibles a posibles fraudes y estafas online.
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