Se sobreentiende que el síndrome post traumático que tienen los pilotos que lanzan bombas se debe en buena medida a los efectos negativos que las bombas tiene sobre el medioambiente. Nada como saber que si te cargas todo un pueblo, al menos las praderas van a seguir igual de verdes. Al menos, esa parece la idea de las bombas ecológicas, realizadas por investigadores de la universidad de Munich, bajo el influjo de Apocalypse Now, de Una verdad incómoda o de otras drogas más duras, nunca se sabe. En cualquier caso, han desarrollado nuevos tipos de bomba utilizando los componentes HBT y G2ZT. Las bombas ecológicas sólo producen amonio cuando son detonadas. De momento, no huelen a Napalm por la mañana, pero si han podido hacer patatas fritas con sabor a pollo asado, bien pueden darle un toque aromático a sus bombas ecológicas. Pero sin dañar el medioambiente, por favor. Por cierto, que se apunta un uso no bélico: combustible para cohetes, aunque la guerra va por delante. — Rafa M. Claudín [io9]
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