¿Cómo altera la computación en la nube el sector del entretenimiento?

Plarium, la plataforma gratuita de juegos en la nube

Sí, existen opciones de pago de gran sofisticación, como Google Stadia o Project xCloud de Microsoft, en las que los juegos son accesibles a través de la computación en la nube. Pero para aquellos que no quieren gastar lo que no tienen o, simplemente, prefieren acceder a juegos gratuitos, ya sea porque no disponen de tanto tiempo como para amortizar los juegos de pago, o por cualquier otro motivo, existen plataformas como Plarium.

Uno de sus productos estrella son los juegos de supervivencia. Los títulos de la plataforma, al operar a través de la nube, no exigen instalación. De esta forma, con registrarte en la web, podrás acceder a los juegos y continuar tu partida desde cualquier dispositivo. Y no importa que tengas problemas de memoria en tu teléfono móvil o tableta, ya que, al no necesitar de instalación, no es un problema. ¡Gracias a la computación en la nube, jugar nunca había sido tan fácil!

Tecnología 5G, clave para que este nuevo modelo de ocio triunfe

Algunas de las propuestas actuales, con juegos algo exigentes, como los que podemos encontrar en Google Stadia, presentan un problema: la latencia. A veces, la respuesta de los mandos, por ejemplo, no es todo lo rápida que debería ser en comparación a cuando se juega con títulos instalados en el dispositivo y en los que la computación en la nube no tiene ningún protagonismo. Sin embargo, hay esperanza: la tecnología 5G.

Se cree que esta, cuando se implemente en condiciones en todo el planeta, supondrá un antes y un después para el mundo de los videojuegos. Los gigantes del sector lo tienen muy en cuenta, ya que empresas como Nvidia ya han firmado acuerdos de asociación con operadores de telecomunicaciones, como, por ejemplo, LG U+ (Corea del Sur). Con la tecnología 5G, se busca acabar con la indeseable latencia, y una vez que se logre, no habrá límites.

Además, la computación en la nube puede suponer una ventaja considerable para aquellas compañías que apuesten por ella. Por ejemplo, las videoconsolas clásicas, físicas, presentan el hándicap de no poder actualizarse en sus componentes. Por ello, tienen una vida útil limitada, de entre 3 y 8 años aproximadamente. Sin embargo, aquellas plataformas de videojuegos que apuesten por la nube podrán actualizarse e incorporar las nuevas tecnologías sin ningún problema. Su vida útil, por tanto, la determinará únicamente la capacidad para mantenerse en el mercado.

Algunos desarrolladores, con miedo y en contra

Pero no todo son aspectos positivos en la relación computación en la nube-sector del entretenimiento. Algunos de los agentes del sector del ocio digital se han quejado. Hablamos de los desarrolladores. Y es que estos reciben una importante cantidad de dinero por cada copia descargada o vendida de sus creaciones. Y no solo se trata de sueldos, sino de beneficios para la compañía que les permitan seguir desarrollando. Sin embargo, se pueden llegar a acuerdos positivos para ambas partes, tal y como se hace en plataformas de contenido streaming, como Netflix o Spotify (flamante nuevo patrocinador del F.C. Barcelona).

Porque la nube, además, puede ser multiplataforma, lo que permite llegar a más usuarios o dispositivos, con todo el ahorro de dinero y mejores acuerdos que ello puede conllevar. Sin embargo, para aquellas nuevas plataformas que empiezan va a ser complicado desbancar opciones como Valve o Steam. Aunque parece que habrá oportunidades para todos, ya que la industria del videojuego está en constante evolución y crecimiento, ¡solo es cuestión de saber cómo explotarla!