Si un coche eléctrico se queda sin batería la solución habitual pasa por llamar a la grúa y que el vehículo sea remolcado hasta un taller o la casa del propietario donde se conecta a la corriente para recargar la batería desfallecida.
Pero Vincent Evers se quedó un día con el depósito de electricidad a cero y pidió a un automóvil (un pedazo de camioneta, todo hay que decirlo) que le remolcara. Pensó el hombre que si las baterías se autorecargan cuando frenas o al descender un puerto de montaña ¿por qué no se iban a recargar si te arrastra otro vehículo?
Tras varias comprobaciones logró que presionando levemente el pedal del freno mientras su Leaf era arrastrado se ponía en funcionamiento el sistema de recarga y con un período de arrastre de 10 minutos consiguió recuperar hasta un tercio de la capacidad disponible.
Habrá que acordarse de llevar unas cuerdas resistentes cuando nos pasemos a los coches eléctricos. ─Antonio Rentero [Jalopnik]
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