Buenas noticias para el modelo FOSS, ya que el gobierno de Bulgaria, gracias a la presión de su consejero Bozhidar Bozhanov, ha aprobado una nueva ley que obliga a que los contratos para la creación de software de uso gubernamental deberán ser de desarrollo público, siguiendo los estándares de software abierto y de uso gratuito sin limitaciones.
En palabras de Bozhanov, el software creado expresamente para el gobierno debe ser visible y accesible por todos, ya que se ha pagado con el dinero de los contribuyentes y por tanto todos deberían ser capaces de verlo y de beneficiarse del mismo.
Eso sí, la ley búlgara sólo afecta a los nuevos desarrollos y por tanto no implica que las licencias existentes o el software que no necesite un desarrollo personalizado, tengan que ser open source, por lo que seguirán usándose sistemas operativos y programas de código cerrado.
Además, varias agencias que manejan contenido e información sensible y de seguridad nacional tampoco tendrán que usar software open source, por lo que el impacto de esta nueva ley búlgara es bastante más limitado de lo que podría parecer en un principio. En cualquier caso es un buen comienzo, y quizás un ejemplo que deberían empezar a seguir otros muchos países para mejorar la transparencia y eficiencia.
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