Al parecer, las primeras simulaciones que se han realizado muestran que se podría bajar la temperatura de la tierra en hasta 3 grados centígrados. La propuesta del profesor consiste en que se inyecte una mezcla de agua y aire comprimido mediante varios barcos para crear las microburbujas en cuestión. Sin embargo, no se puede cantar victoria todavía, ya que es difícil hacer burbujas en pleno océano, especialmente porque las burbujas estallan antes cuantas menos nanopartículas tengan (es decir, estallan antes cuanto más limpia esté el agua), y se necesita que tarden lo más posible en estallar para incrementar la reflectividad del océano -especialmente a gran escala, como se pretende-. Pero, al margen del efecto científico que se pretenda causar, ¿quién no querría sentir que está en un Jacuzzi mientras nada en pleno océano? [Science via Slashdot] — Fco. José Cañizares.
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