Dicha camiseta se conecta a un ordenador (de momento, por cable, pero como lógicamente esto es poco práctico en mitad de un juego, se prevé en un futuro cercano que se conecte de forma inalámbrica) y, con los datos obtenidos, los entrenadores podrán adelantarse a las necesidades del jugador. Sin embargo, a pesar de que en la imagen parezca sacada de la película “Cortocircuito” un amasijo de cables, la camiseta no pesa mucho más que una camiseta normal y por si fuera poco su precio no supera los 200 dólares. Ya hay 3 equipos de béisbol interesados por el invento y no es de extrañar puesto que se calcula que, solo en los Estados Unidos de América, se pierden 54 millones debido a las lesiones de los lanzadores de béisbol. [Northeastern University via ecouterre] — Fco. José Cañizares.
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