Según Zhong Lin Wang, responsable del estudio, el avance sienta las bases para una nueva generación de “dispositivos electrónicos portátiles que se cargan de energía sin necesidad de baterías ni recargas eléctricas”. Entre las potenciales aplicaciones de futuro, Wang sugiere bombas de insulina implantadas que reciben energía del latido cardiaco, por ejemplo.
Básicamente se trata de pequeños hilos metálicos que al retorcerse generan energía, con lo que con el movimiento de nuestros músculos serían capaces de ello ya que son tan finos como un cabello humano. Cinco de estos nanogeneradores colocados juntos producen alrededor de 1 microamperio de corriente de 3 voltios,aproximadamente el mismo voltaje que generan dos pilas AA. Wang estima que el producto podría revolucionar el mercado en un plazo de tres a cinco años.
Así que aún no tires el cargador de tu iPod que lo vas a necesitar. – Yeray Alfageme
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