Con esta pauta, ahora la corriente eléctrica variable hace que los 400 transistores que actúan como las canales de iones de las “neuronas postsinápticas” cambien y se adapten.
Se consigue por tanto un comportamiento muy similar al de las neuronas, por lo que se puede utilizar para simular funciones neuronales y por tanto ayudar en la investigación de nuestro propio cerebro.
De hecho el sistema funciona más rápido que los modelo tanto biológico como el tradicional computacional, por lo que puede que nuestro futuros dueños robóticos puedan basarse en esta tecnología.
Aunque yo creo que hasta que no nos pongan un USB en la cabeza para poder descargarnos en nuestra mente las series y películas, el mundo está abocado a que sigamos teniendo jornadas maratonianas televisivas en vez de hacer cosas útiles para la humanidad. [Gizmag]
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