Chris McCann: “Un ingeniero puede aprender de negocios, pero un hombre de negocios no puede aprender ingeniería”

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FICOD. El fundador de Startup Digest anima a salirse del camino marcado y asegura que la vida es demasiado corta para trabajar en ‘una empresa aburrida’.

Montar un negocio desde cero, arriesgar en un proyecto o idea poniendo en ello todo nuestro esfuerzo y dinero puede parecer algo muy serio. Pero Chris McCann es una de esas personas con visión que te hace pensar que emprender es, en realidad, algo más parecido a un juego.

McCann es el fundador de Startup Digest, una firma creada para ayudar a conectar startups y que publica guías de eventos para emprendedores en más de 70 ciudades en todo el mundo. Y está convencido de que los negocios también se pueden hacer de forma informal, divertida.

Para el emprendedor, fundar una start-up es tomar la decisión salirse del camino normal que la gente sigue en la vida. “El mundo del emprendedurismo es más variable y tiene altibajos, pero también es mucho más rico. Todo depende de ti, de lo que quieras hacer, de la meta que te quieras marcar”, señala. Así, el lema de su propia compañía es: “La vida es demasiado corta para trabajar en una empresa aburrida”.

Asegura que hay que arriesgarse, probar a introducir un producto que está respaldado en una hipótesis. Según McCann, el lanzamiento de este producto al mercado constituye la verdadera experimentación y sólo pasando por esta fase es posible conocer si la tracción es auténtica o no. En este sentido recuerda que “cuando la mayoría de start-ups comienzan sus propuestas no son muy impresionantes. Acordaros de cómo eran Twitter o Facebook al principio y las críticas que recibían”, comenta. En clave de humor, compara la fundación de una empresa con encontrar novia: “No busquéis fundar una compañía, dejad que la compañía os encuentre a vosotros. Es lo mismo que pasa con las chicas”.

El creador de Startup Digest está convencido de que en una empresa de base tecnológica que empieza es fundamental contar con buenos técnicos. “Es más fácil que un ingeniero aprenda negocios que un hombre de negocios aprenda ingeniería. Disponer de los primeros es obligación absoluta en toda compañía de Internet”, advierte.

Por último, McCann anima a todos aquellos emprendedores que se aventuren solos a montar algo, pese a que la tradición de muchas empresas sea la de dos socios (Jobs y Wozniak en Apple o Page y Brin en Google). No obstante, subraya la importancia de “delegar y rodearte de un buen equipo. Es imposible construir algo y mantenerlo solo por ti mismo”.

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