Estaba claro que los organismos reguladores no iba a ver con buenos ojos la propuesta de Comma.ai, que ofrecía un kit que permitía incluirle a varios coches determinados la posibilidad de contar con asistencia a la conducción.
Desde que Comma.ai y su fundador, el conocido George Hotz “GeoHot” anunciaran sus planes para vender un dispositivo por 999 dólares, con el que poder modificar coches Honda Civic y Acura, la NHTSA y el Departamento de Vehículos de Motor de California han obligado a la startup a dejar su actividad, ya que aseguraban que no había garantías suficientes para la seguridad de los conductores.
Si bien Comma.ai dejaba claro que su sistema no servía para conducción autónoma, y que sólo aportaba asistencia a la conducción, las posibles complicaciones legales han terminado eliminando la comercialización directa como kit. Pero lejos de tirar la toalla, Comma.ai y GeoHot han decidido publicar el código y su plataforma como código abierto.
Al ser código abierto, la tecnología de Comma.ai tiene vía libra para continuar su desarrollo y que los propios usuarios y otros equipos de desarrollo lo usen como base para sus propios sistemas y plataformas, ya sea para sistemas de conducción asistida u otros proyectos de navegación terrestre.
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