Cómo Amazon cambió el mundo en 20 años

Amazon está de aniversario: este pasado miércoles 15 de julio cumplió 20 años, algo que celebró por todo lo alto con su Prime Day, con ofertas más jugosas, aseguraban, que en el Black Friday. Vendieron mucho y contagiaron a la competencia, que aprovechó para lanzar descuentos también ese día, además de enfadar a muchos usuarios que no llegaron a tiempo y se quedaron sin los productos más atractivos. También fue la semana en la que escritores y librerías pidieron a las autoridades antimonopolio de Estados Unidos que investigaran a Amazon.

La compañía de Jeff Bezos puede gustar más o menos, pero lo que nadie se atreve a negar es que ha cambiado el mundo. ¿Imaginaría alguien en 1995 que esa librería online que acababa de nacer iba a convertirse en el gigante que es ahora? No obstante, Amazon no tardó en hacer enemigos en la industria editorial mucho antes de que el mundo hablara de ellos: ya en 1997 fueron demandados por Barnes & Noble por decir que eran “la librería más grande del mundo”. Ese mismo año, Amazon introdujo la compra en un click. Las bases para la conquista del mundo estaban puestas.

Bezos lo hizo todo desde el principio con calma y pensando en el largo plazo: en su plan de negocio no esperaba tener beneficios en los primeros cinco años (y, efectivamente, no fue hasta 2001 cuando por primera vez dejó de registrar pérdidas), algo que llevó a muchos accionistas a quejarse. Gracias a esa precaución, no obstante, la compañía salió intacta del estallido de la burbuja punto com y pudo convertirse en uno de los grandes jugadores del mercado.

Claro que Amazon no consiguió llegar adonde está ahora vendiendo solo libros: como muestra su logo desde el año 2000, cuando introdujeron ese de la A a la Z, venden todo tipo de productos. También revolucionaron la industria editorial con el Kindle, lanzado en 2007 y artífice de que por fin los ebooks despegaran. Y luego está Amazon Web Services, el gran negocio en la sombra de la compañía.

Amazon Web Services: ofreciendo alojamiento en la nube desde 2006

Cuando la nube de Amazon sufre algún problema, las consecuencias afectan muchos de los grandes jugadores de la red. Dropbox, Instagram, Pinterest o Netflix son algunas de las compañías alojadas en AWS, la gran máquina de hacer dinero de Bezos. Según datos que ofreció la compañía en abril, AWS creció un 49% en 2014, registrando ingresos de 4.600 millones de dólares. Para este año esperan alcanzar los 6.230 millones.

No es que AWS sea el lugar del que Amazon saca más ingresos, ya que de momento supone solo un 6% del total del negocio, pero sí el que más rápido está creciendo y en el que tiene márgenes de beneficio más altos. En la tienda online, Jeff Bezos suele jugar con márgenes muy pequeños o inexistentes (en el caso de los Kindles). En AWS no, aunque los están estrechando poco a poco debido a la competencia de Google y Microsoft.

Y es que el del alojamiento y almacenamiento online es uno de esos grandes negocios en la sombra por el que se pelean las grandes tecnológicas sin que el gran público se entere. Atraer a más usuarios a usar sus servidores, ofrecer más herramientas de analítica de datos para todo lo almacenado, facilitar la gestión de los servidores virtuales. Amazon está en cabeza de este negocio, pero relajarse cuando Google y Microsoft quieren lo que tienes no es una buena estrategia.

Amazon nació como una librería online hace 20 años y los libros siguen siendo una parte muy importante de su negocio y, sobre todo, de su identidad, especialmente desde el lanzamiento del Kindle y sus esfuerzos por ser también el lugar en elegido por los autores que se quieren autoeditar. Pero la clave de su futuro podría estar en esa base todavía pequeña (en comparación) que es la que podría llevar a la compañía a un dominio más importante: ser la casa de muchas plataformas de Internet. Pero quién sabe qué pasará en los próximos 20 años.