A día de hoy, los ecommerce tratan de entender por qué el usuario se comporta de una forma determinada en su página web. El objetivo directo de las empresas es potenciar y mejorar la experiencia de usuario, para así transformar las visitas de los usuarios en las máximas conversiones posibles.
Hasta ahora, el uso de cookies, había sido la herramienta estrella para medir la experiencia digital de los consumidores: la duración de la visita, el número de páginas visitadas o el número de usuarios que han hecho click sobre un determinado elemento que se muestra en el sitio. Una serie de datos que permiten, a las empresas, mejorar y optimizar sus campañas de marketing.
Pero en la última década, el uso de cookies no ha estado exento de polémica. Aunque no todas son problemáticas, siendo algunas, incluso, beneficiosas (permiten al sitio web recordar nuestras preferencias y contraseñas), otras como las denominadas “cookies de terceros” están en el punto de mira de la opinión pública ante la desconfianza que generan en la ciudadanía, no por la métrica que utilizan, sino por no saber el uso que le darán las empresas a sus datos personales y en manos de qué otras pueden acabar si aceptan su activación.
Su uso descontrolado ha suscitado preocupación en la sociedad, que siente que su privacidad está en riesgo. De hecho, según un estudio de Pew Research Center, el 72% de los usuarios siente que casi todo lo que hacen en Internet está siendo controlado por anunciantes y empresas, y el 81% manifiesta que los riesgos de esta dinámica superan a los beneficios.
Ante una inquietud cada vez más latente, Google anunció en 2020 que retiraría las cookies de terceros de Chrome en 2022, una fecha que se ha prorrogado hasta 2023 ante la imposibilidad de las organizaciones para adaptarse al nuevo panorama publicitario en tan poco tiempo. Esta retirada no es nueva, otros navegadores como Safari o Mozilla ya lo han hecho, pero para las marcas ha supuesto un verdadero altibajo, ya que el 63% de los usuarios de todo el mundo utiliza el navegador de Google de forma habitual. Entonces, ¿Qué pueden hacer las organizaciones para adaptarse a este nuevo escenario?
5 formas de medir la UX sin cookies según Contentsquare
Con la eliminación de cookies, las organizaciones se enfrentarán a un escenario en el que se pasará del marketing de precisión al marketing de predicción. Ante esta nueva forma de entender el análisis de la UX, Contentsquare se ha posicionado como una solución disruptiva. Su tecnología recoge miles de millones de interacciones para identificar los puntos de fricción, medir el rendimiento del contenido y comparar el impacto del precio y la relevancia de producto, prescindiendo de cookies de origen y de terceros, demostrando un compromiso fuerte con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Además, la reciente adquisición de Hotjar transporta la experiencia del análisis digital no solo a medianas empresas sino también a startups y pequeñas organizaciones.
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