Cómo aplicar el plan de desescalada de manera exitosa
En plena desescalada toca recomenzar y adaptarse a la nueva realidad con toda la seguridad y garantías para clientes y trabajadores es el gran reto. Hay un antes y un después, las empresas deben adoptar políticas que apuesten por la digitalización y la flexibilidad horaria.
Con el anunciado plan de desescalada, muchas empresas tendrán que adaptarse a esta nueva realidad que pasa por establecer protocolos higiénicos, así como nuevos horarios, funciones y la convivencia entre los dos mundos: el trabajo en la oficina y el teletrabajo. Tal y como explica Woffu, una startup especializada en la optimización de la gestión del tiempo de los empleados, la adaptación a esta nueva realidad pasa por adoptar políticas de digitalización, flexibilidad horaria y movilidad que permitan un óptimo funcionamiento de la compañía.
Priorizar el teletrabajo
El teletrabajo ha ido implantándose, muchas veces de manera casi forzada, en estos últimos meses. Resulta crucial mantener esta dinámica todo el tiempo que sea posible. En primer lugar, para seguir protegiendo a los profesionales de la empresa y a sus familias. En segundo, para evitar desplazamientos innecesarios y seguir contribuyendo a la salud de todos. En una fase tan prematura de la desescalada, sería descabellado regresar a una supuesta normalidad que no es, de momento, la normalidad que todos desearíamos. Por lo tanto, prudencia.
Turnos y horarios flexibles
Teniendo en cuenta la situación, es conveniente evitar que un gran número de empleados se junte en el espacio de trabajo. Por esto, es necesario conformar un plan de turnos para organizar la vuelta al trabajo de manera segura. Además, hay que tener en cuenta a aquellos empleados que tengan hijos ya que la apertura de los centros educativos todavía es lejana, ofrecer horarios flexibles en estos casos es la mejor solución.
Higiene y seguridad, ante todo
Es totalmente esencial establecer un protocolo de higiene en la empresa que pase por respetar la distancia de seguridad, instalar mamparas (si es necesario), señalización y mecanismos que recuerden a todas las personas la necesidad de mantener las distancias y las máximas medidas de higiene y contar con un buen servicio de limpieza que realice una desinfección diaria. Asimismo, es necesario abastecer a los trabajadores con todos los recursos para llevar a cabo su trabajo con todas las garantías de seguridad: mascarillas, pantallas, guantes, solución hidroalcohólica, jabón y desinfectantes.
Información y comunicación
Es imprescindible informar a la plantilla de todas las medidas adoptadas, así como de las perspectivas de futuro. Por esto, tal y como advierten los expertos de Woffu, es vital disponer de herramientas digitales que permitan una comunicación continua con el equipo. Los trabajadores deben estar informados de las decisiones tomadas en cuanto a condiciones laborales, posibles modificaciones, medidas de apoyo, nuevas normas y condiciones para trabajar físicamente en las oficinas y soluciones de seguridad e higiene.
El trabajo líquido ha llegado para quedarse
La crisis sanitaria ha traído consigo la aceleración en la implantación de una nueva tendencia de trabajo: el trabajo líquido. En el trabajo líquido prima la flexibilidad, desaparecen las jerarquías y la limitación a un espacio concreto. El trabajador líquido puede trabajar en cualquier momento, desde cualquier lugar, con cualquier tipología de relación laboral en un contexto de transformación digital totalmente necesaria en su día a día. Por eso, las empresas deben adaptarse a este nuevo contexto que viene para quedarse y eso pasa por adoptar políticas de digitalización, flexibilidad horaria y movilidad.