El creador, aunque bien podrían haber sido Flynn, en realidad se llama Brett King y lo ha creado para jugar con sus hijos y como no, postearlo luego en YouTube para generar envidia sana.
El tablero está realizado en acrílico grabado y pintado con pintura reactiva a la luz negra al igual que la piezas que representan los rastros de luz, mientras que las motos se han obtenido por molde.
El juego funciona básicamente igual que en la peli, 2 equipos de 3 motos compiten dejando rastros de luz a cuyo paso explotan, claro está en esta ocasión por turnos con rastros de poco más de 5cm de largo y por supuesto sin explotar.
Esperemos que esto anime a alguna empresa de juegos a crear una versión al menos la mitad de sorprendente, eso sí, si puede ser sin cañones que digitalicen nuestro cuerpo por favor, que 30 años comiendo peras virtuales tiene que ser un horror…— Dani Burón [Ars Technica]
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