Lo de llevar al niño encima cual asno caballo del oeste puede ser un divertido juego para compartir con un hijo (las historias de cowboys e indios son todo un clásico), pero lo de diseñar una silla para montar papás diría que es dar un paso más allá.
Pensada en principio para proteger mejor la zona lumbar del padre, y para que la criatura se siente de manera más cómoda y segura, hay algo en este accesorio que no me acaba de convencer. ¿Puede ser que sea un pelín humillante? El juego y la diversión me parecen muy bien, pero eso de que te ensillen…
Afortunadamente la silla no incorpora los frenos de hierro para la boca, fusta para espolonear, ni espuelas metálicas para las bambas de la criatura (algún pequeño diablillo las echará en falta). Aunque quizá algunos verán como estos accesorios “de castigo” abren nuevas posibilidades de uso a la silla (hay gente para todo, y los hay que tiene extrañas aficiones).
Según detallan la silla está destinada a niños de 2 a 6 años, y aunque me parece algo exagerado que un infante de 6 años te machaque las lumbares de esta manera quien guste de hacerse con una de estas solo deberá abonar algo de dignidad y $35. ─ [OhGizmo]
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