El mecanismo está compuesto por 4 motores eléctricos, 15 sensores, 2 baterías de larga duración, que le dan una autonomía de 4 horas, montadas junto con un ordenador en una mochila a la espalda.
Gracias a todo esto y a unas muletas para estabilizar, aquellos que hayan sufrido lesiones en la médula espinal podrían andar de nuevo, levantarse y no pasarse el día entero en silla de ruedas, con la multitud de problemas que conlleva.
Está basado en un exoesqueleto de uso militar que tiene un precio más elevado, es más resistente y que también es a prueba de agua, golpes y polvo, por lo que esta versión civil no aguanta tanto, aunque sí lo suficiente para un uso normal.
Las próximas versiones esperan incluir el mando de control en las muletas y finalmente conseguir un mecanismo totalmente autónomo y equilibrado que permita tener los brazos libres.
Estaremos atentos a como evoluciona este impresionante sistema, que aunque todavía está pensado sólo para su uso en centro de rehabilitación, puede que en un futuro cercano sea el sustituto de las sillas de ruedas. [EKSO Bionics]
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