Éste es Jonathan I. Katz, profesor de física en la Universidad de Washington, en St. Louis. Miembro del Proyecto JASON, sus primeros trabajos fueron de astrofísica, aunque actualmente trata con todo tipo de problemas de la física. Es el comodín del grupo, y ha publicado ensayos provocativos, como “No te hagas científico”, “En defensa de la homofobia” y “Por qué el terrorismo es importante”.
Desde luego, me pregunto cuántos años tiene esta foto.
El siguiente es Richard L. Garwin, también en JASON. Es otro físico, que trabaja con los Estados Unidos en tecnología militar. Contribuyó al desarrollo de la bomba de hidrógeno en 1951. En 1991, organizó una conferencia con otros expertos sobre cómo contener la mancha de crudo de Kuwaiti, durante la Guerra del Golfo. Aportará experiencia al grupo.
George Cooper, profesor de ingeniería civil en Berkeley. Se trata del miembro más misterioso del equipo. Se sabe que ayudó a la NASA en técnicas de refinería para la minería marciana. Entre sus especialidades se encuentran: “Nuevos métodos de perforación”, “Diseño de cabezas perforadoras”, “Estabilidad durante perforaciones”.
Vamos que se dedica a hacer agujeritos.
Alexander Slocum es profesor de ingeniería mecánica en el MIT. Posee patentes en el mundo de la robótica y la informática. Dice estar interesado en “permanecer más tiempo bajo el agua haciendo buceo” (¿?). Un colega suyo le describe así: “Tiene muchas ideas brillantes. Nueve de cada diez de esas ideas son tonterías, pero la otra es siempre brillante… y esa no puedes perdértela”. Conocido (cariñosamente) como “Slocum el loco”.
Vamos que será el que aporte ideas nuevas y diga constantemente cosas extrañas. Para que luego digan que la cara no es el espejo del alma. Claro que podría ser leñador, también.
Tom Hunter, director del “DOE’s Sandia Laboratory” (suena peor en español: “El Laboratorio Sandia de DOE”). La tecnología de rayos X de Sandia ya ha sido utilizada por BP para evaluar la magnitud del derrame, y el laboratorio se dedicó, además, a algunas investigaciones en materia antiterrorista. Hunter ya se había retirado de su trabajo en Sandia, pero volverá particularmente a por este último trabajo de la mancha de crudo.
Desde luego, ya pueden ser sabios. La mitad se parece al Doctor Kleiner. Estos hombres serán los encargados de frenar el escape. Han demostrado sus conocimientos y habilidades a la hora de resolver problemas reales (que es lo más importante de todo). Habrá que ver cómo trabajan juntos. — Javier G. Pereda [Bloomberg y Yahoo]
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