De poco parecen haber servido las medidas tomadas para estimular a los trabajadores de la filial china de Foxconn Technology, compañía fabricante y ensambladora de dispositivos para grandes compañías tecnológicas, como el iPhone de Apple.
La promesa de doblar el sueldo a los trabajadores de la factoría de Shenzen por parte de la empresa, la asistencia psicológica proporcionada o el anuncio de la propia Apple de dar un plus mensual a cada empleado no han servido para mejorar el clima laboral y los suicidios se siguen sucediendo.
Ayer mismo, un joven becario de 19 años que llevaba menos de un mes en la compañía y que iba a realizar allí prácticas de verano, se tiró desde el sexto piso de un edificio de dormitorios en la provincia de Guangdong, según ha recogido la agencia de noticias Xinhua. Con éste ya son diez los suicidios de empleados chinos en nómina del fabricante en lo que va de año.
De momento, los responsables de Foxconn no se han pronunciado sobre la noticia y hay una investigación abierta para desentrañar las causas exactas de la muerte.
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