Crush

Crush es algo más que un simple juego de puzzles. A diferencia de otras propuestas el juego no empezará y terminara con puzzles sino que uno y otro se suceden dentro de los reparadores sueños de un héroe anónimo. Atrapado en una vida extremadamente difícil, atormentado por la preocupación y la angustia existencia nuestro personaje vaga por los suelos embutido en su pijama.

Con los nervios destrozados Dan, que es el nombre de nuestro personajes, sufre de insomnio y, como consecuencia, está demasiado cansado como para darle la vuelta a su vida. El sueño reparador le elude como si fuera un espejismo. Pero nuestro insólito aventurero encuentra la esperanza en una revelación nocturna: la última oportunidad para calmar sus nervios, aclarar su mente y recuperar la cordura y el sueño es dejarse atrapar por la hipnosis, dentro de la cual se generarán una serie de rompecabezas multidimensionales que se desarrollan a lo largo de 40 desafiantes niveles gracias a la capacidad de cambiar entre una perspectiva en tres dimensiones y otra bidimensional. Las diferentes pantallas se basarán en los recuerdos de Dan por lo que podremos deslizarnos por un pueblo costero o una ciudad que visitó.

Al cambiar la perspectiva de las cosas, no solo cambiará tu forma de verlas: las plataformas y los objetos se desplazarán, las máquinas se activarán, se producirán reacciones en cadena, derrotarás a tus enemigos.

La clave, sin lugar a dudas, está en la perspectiva, la capacidad de “aplastar” escenarios y convertirlos de dos a tres dimensiones redefine uno de los géneros más antiguos del sector.