Cuando la "muerte" tiene forma de bola de golf y te mira fijamente
Al parecer ni Tiger Woods ni su caddie se quejaron de la posición del fotógrafo ni realmente Tiger quiso lanzar la bola hacia él (al menos eso dice oficialmente) pero el destino es caprichoso y le gusta juegar con las personas.
Afortunadamente la bola impactó primero en la cámara del fotógrafo Mark Pain, disminuyendo la velocidad de la misma, luego impactó nuevamente en él, esta vez en su pecho, para finalmente caer a sus pies.
En la foto final podéis ver a Mark huir por su propio pie, por lo que no le pasó nada, y al parecer su cámara tampoco salió muy mal parada comparado con lo que le podía haber pasado. Merece la pena apreciar la cara de “cariño” de Woods y al extraño ser situado a la izquierda y poseedor de la densidad capilar de la mascota del 11811 y la falta de brazos de la Venus de Milo.— Dani Burón [Daily Mail]