¿Cuándo serán los robots tan realistas que nos atraigan sexualmente?
Ya en “Idoru” el autor padre de la literatura cyberpunk William Gibson exploraba la idea del emparejamiento con un ídolo virtual (vamos, como querer casarse con Lara Croft).
Se cumple el elemento del aspecto humano atractivo pero hablamos de alguien que no existe en el mundo real por mucho que haya modelos o actrices que le prestan su aspecto físico. Por otra parte tenemos soluciones como Fleshlight y similares que proporcionan gran placer sexual (me han contado) pero tienen un aspecto claramente poco atractivo.
En cambio su aspecto no solo puede resultar atractivo sino que además puede configurarse al gusto del usuario las famosas Real Doll, pero son solo un maniquí inmóvil, inerte e inactivo. En vista de los avances en el campo de la robótica más allá de Asimo, que como bufón saltarín y bailongo cumple su función. Como mucho los niños podrían jugar con él pero queda por ver si los adultos también querrían jugar con él… quién sabe, hay gente para todo.
Así pues ¿cuánto queda hasta que todos estos mundos confluyan?
Puede que nos quede todavía lejano el momento en que caigamos rendidos en los brazos de Gigoló Joe o Gigoló Jane (a mi esta me vuelve loco, no sé vosotros), los androides expertos en placer que aparecían en “Inteligencia Artificial” aunque siempre estaremos más cerca de algo así hoy que ayer y al menos imagino que desearemos algo que se parezca a lo de la foto de arriba del todo (por cierto, él es Jude Law y ella es Ashley Scott) que a las robopilinguis de Futurama.