Cumpleaños feliz, Echo 1 [Veredicto: el más viejuno de los satélites de comunicaciones]
Un enorme balón metálico de 30 metros de diametro comenzó a elevarse del suelo hace 50 años. Su interior lleno de nitrógeno se hinchó debido a la diferencia de presión atmosférica al llegar a 90 kilómetros de altitud. Su brillante superficie arrojaba destellos luminosos en todas direcciones, destellos que los testigos describían como “fuegos artificiales”.
Su finalidad era reflejar, como un gigantesco espejo espacial, la señales que se le enviaban desde un punto del planeta para poder captarse en otro lugar desde el que no existía visión en línea recta debido a la curvatura terrestre.
Tanto la URSS como USA ya habían enviado al espacio satélites activos, capaces de emitir ellos mismos señales electrónicas, pero el Echo1 fue el primero en servir de pasarela de las señales enviadas desde la superficie.
Una vez alcanzada su órbita este satélite permaneció 12 años en su órbita, siendo visible su resplandor a simple vista para los terrícolas. Durante todo ese tiempo la NASA lo utilizó como repetidor (o reflejador) de múltiples señales de radio, teléfono y televisión que llegaban a todas partes del mundo. Su éxito fue eclipsado por el programa espacial de lanzamiento de astronautas, pero hoy día su legado continúa entre nosotros, pues la telecomunicación via satélite ya se ha convertido en algo rutinario.
Así que feliz 50 cumpleaños, Echo1, y gracias por todo. ─Antonio Rentero [NASA]