Steve Spohn, que padece distrofia muscular, ha podido utilizar un mando de Xbox 360 gracias a esta customización. Los botones y joysticks se pueden adherir a cualquier zona con velcro, para así adaptarse de forma que resulta más cómodo. Si no hacen falta los joysticks, por ejemplo, se pueden incluso quitar, para que no molesten. También se pueden poner en la camiseta, para accionarse si encogemos los hombros.
Aunque sea una solución casera y no esté muy desarrollada, en Evil Controllers tienen la esperanza de que algún día se comercialice. —Javier G. Pereda [PC World]
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