Delitos empresariales a través de P2P
La explotación de la propiedad intelectual y el envío de amenazas y calumnias a través del e-mail conforman las infracciones más habituales.
Un tercio de los trabajadores de empresas españolas que comete algún tipo de delito o infracción utilizando los recursos informáticos de la compañía canjean obras de terceros a través de redes de intercambio de archivos (P2P) en Internet, como KaZaA, eDonkey o eMule, ya sea música, películas o software.
Así se desprende del informe “Actos desleales de trabajadores usando sistemas informáticos e Internet”, presentado por el bufete Landwell-PwC, y que analiza casi 400 casos reales (sentencias, autos y procedimientos judiciales) que han tenido lugar en empresas españolas.
La segunda infracción más habitual en este ámbito es la explotación de la propiedad intelectual de la empresa en otra compañía de nueva creación (22 por ciento), seguida por el envío de amenazas, injurias y calumnias a través del correo electrónico corporativo (21 por ciento).
A continuación aparecen infracciones por daños informáticos (11 por ciento); acceso no autorizado, revelación de secretos y datos personales (10); propiedad intelectual (3); e introducción de obras de la empresa en redes P2P (2).
El objetivo del estudio es analizar los casos más habituales en los que los trabajadores utilizan sistemas informáticos y la infraestructura de comunicaciones de sus empresas con el fin de cometer actos que puedan generar perjuicios económicos para la misma. No obstante, el socio de Landwell-PwC, responsable del mismo, Javier Ribas, ha advertido de que una gran parte de las compañías afectadas silencia estos hechos para no dañar su reputación.
El sector más afectado por estas infracciones es el del desarrollo de software (55 por ciento), “probablemente debido a que los conocimientos técnicos de los empleados les permiten aprovechar mejor la tecnología para su beneficio personal o para perjudicar a la empresa”, apunta Ribas.
Este sector también es aquel en el que se produce con mayor frecuencia la usurpación del código fuente por parte de programadores para crear programas parecidos. El siguiente sector en aparecer es el de servicios a empresas (28 por ciento), seguido por las compañías de seguros (7) y los laboratorios farmacéuticos (7).