Desconcierto en la seguridad
Las distintas informaciones que vienen de partes encontradas hacen que no tengamos una percepción clara de en que grado estamos en riesgo con nuestros ordenadores.
Una redacción es un punto ideal para tener una cierta amplia perspectiva de un sector, en su sentido más general. Por un lado se recibe información corporativa, con el grado de condicionamiento lógico que conlleva, por otro también llegan informes con mayor o menor independencia, pero no se llega a perder el contacto con el usuario.
Sin embargo, uno de estos campos donde no se puede obtener una imagen clara es la seguridad informática. Quizá el único punto en el que coincide todo el mundo es que es un elemento prioritario e indispensable. A tenor de lo que muchas compañías afirman la experiencia informática está marcada por un alto grado de inseguridad y una sensación de acecho constante.
En el otro extremo están las firmas cuyo negocio depende del grado de confianza que la gente deposite en Internet. Para ellas la seguridad es importante, pero el robo electrónico no es algo que deba quitarnos el sueño. En el fuego cruzado el cliente se deja zarandear optando por una u otra postura.
Ningunos de los datos que los implicados suministran son inventados, aunque las conclusiones que se extraen tienen cierta intención y están condicionados, produciendo una confusión a la hora de dibujar el panorama de la seguridad en los ordenadores.
Sólo queda confiar en que la mejora de las técnicas exploratorias a las que acceden las instituciones oficiales o asociaciones sigan mejorando hasta tener una radiografía exacta de cuanto debe preocuparnos el ordenador.