Al poco de llegar a su nuevo latifundio, Twitter, Elon Musk tomó medidas drásticas para reducir los gastos de la compañía.
No solo hizo rodar cabezas entre la cúpula directiva, sino que también anunció que iba a deshacerse de la mitad de su fuerza de trabajo: es decir, unos 3.500 empleados de un total de 7.000.
Sin embargo, esa cifra podría quedarse por debajo en cientos de personas. Un periodista tecnológico de EE.UU llamado Casey Newton asegura, tras haber hablado con algunos confidentes internos de la compañía, que la red social del pájaro ya habría echado a la calle a 4.400 de sus 5.500 empleados contratados.
El comunicador también indica que la empresa todavía no les ha advertido del despido oficialmente, pero sí que les ha vetado el acceso a Slack y su su correo electrónico.
En su perfil de Twitter Newton se lamenta de que estos recortes de personal que está ejecutando el emprendedor sudafricano vayan a producir un impacto significativo en la moderación de contenidos y los servicios de infraestructura clave, que pueden poner a la plataforma en problemas.
“La gente que queda dentro está atónita“, asegura el periodista de Plataformer.
Todo el proceso de despidos ha sido completamente impersonal, mediante emails automatizados y Musk tuiteando a diestro y siniestro.
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